El jueves 4 de noviembre me levantaba sin saber muy bien qué visitar, pues en los planes estaba la visita al Bosque de Gamueta, dentro del Valle de Zuriza. Se vinieron abajo el día de mi llegada a los Valles Occidentales al ver que la carretera que parte desde Ansó hasta el Valle de Zuriza iba a estar cortada durante la semana debido a obras en la misma. Existe una alternativa de llegada pasándose a territorio navarro, subiendo por el Valle de Roncal, posteriormente a Isaba y desde aquí ir hasta el valle, aunque se trataba de dar un rodeo enorme y lo deseché.
Suerte que todos los días coincidía en los desayunos, comidas y cenas con Manuel, que procedía de Barcelona, y hablábamos de sitios de la zona. Él se conocía bastante bien los valles de alrededor y me dijo que podía hacer una visita al pueblo de Aragüés del Puerto, que quedaba a escasos veinte minutos de Siresa, y luego subir con el coche al Refugio de Lizara, desde donde había buenas vistas.
Como tampoco tenía mejores planes, le hice caso y me presenté en Aragüés del Puerto. El pueblo no es muy grande y apenas estuve media hora paseando por él. Y creo que me encontré únicamente con dos personas.
Paseando me llamó la atención las calabazas de Halloween sobre una escalera. Estaban perfectamente alineadas y no me atreví a tocarlas, no fuera a ser que alguna bruja me echara una maldición.
El estilo de las casas y calles de Aragüés del Puerto es muy parecido al estilo de las mismas de Hecho, por lo que tampoco me sorprendió mucho.
La posterior subida hasta el Refugio de Lizara fue por una carretera bonita. Y, como venía siendo habitual en Los Pirineos, me encontré con varias vacas en la mitad.
Al llegar hasta el refugio pude contemplar unas vistas preciosas del Valle de Aragües. Es más, de todas las fotos que he podido captar donde aparezca el otoño e invierno juntos, la que más me gusta está tirada desde este refugio.
El resto de la mañana lo dediqué a seguir investigando por la Selva de Oza, que ya os conté en la anterior entrada.
Después de la ruta por el Bosque del Betato e Ibón de Piedrafita vinieron dos días «light» para dar un poco de descanso al cuerpo. Al día siguiente, viernes, tocaría volver a echarse al monte para acometer la ruta hacia el Valle de Aguas Tuertas, sin embargo, todo quedó en el intento. ¿El problema? La nieve.