Galicia – Día 7: Costa Sur de A Coruña

Esta mañana al levantarme la primera pregunta que me he hecho es: ¿y hoy qué visito?

En mis planes estaba apuntado para hoy seguir viendo la Costa da Morte. Fijé para el día de ayer visitar solamente algunos pueblos y dejar para hoy los restantes.

Como todos los pueblos están en un radio de 60 km me dio tiempo de sobra ayer visitar todos los que quería y alguno más. Por lo que mis planes para hoy estaban en el aire.

Suerte que el miércoles pasado cuando entré al hostal tenían una guía de pueblos coruñeses y me la llevé a la habitación. Ahí esta mañana me he puesto a hojear y he decidido pasar el día en Fisterra, Carnota, los Lagos de Louros y Muros.

 

– Playa do Rostro

Según iba camino a Fisterra he visto un desvío hacia esta playa que ya visité ayer. Como las fotos me salieron con muchísima canícula he vuelto hoy para probar suerte de nuevo. Al llegar a la playa he visto que había algo de canícula pero muchísima menos de la mitad que ayer.

Durante mi estancia en el País Vasco hace 2 años y medio aprendí que para disfrutar plenamente de una playa y del mar hay que subirse al punto más alto. Y es lo que he hecho hoy para tirar una foto a la playa. Me he sentado durante 5 minutos aproximadamente en una piedra y he disfrutado del oleaje bravo del mar.

Luego he bajado hasta la arena dónde se veían a los lejos cientos de gaviotas pegando al agua. He ido hacia ellas y al notar mi presencia han echado a volar todas a la vez y he logrado captar algunas al vuelo. Pero antes de esto me he encontrado con un hecho triste con un gran precedente. Iba a escribir en la arena y he cogido una piedra de color negro la cuál se ha empezado a deshacer. No era una piedra y había miles como esa. ERA CHAPAPOTE AÚN DESPUÉS DE TANTOS AÑOS.

Oleaje en la Playa do Rostro

Playa do Rostro

Acantilados en la Playa do Rostro

Nunca Mais

Gaviotas volando

Gaviotas volando

 

 

– Fisterra

Tercer día seguido que voy a esta población pero esta vez no ha sido para presenciar el atardecer. Quería recorrerme el puerto y pueblo que he visto que tenía un par de iglesias y un castillo pegado al mar. Me lo he tomado con mucha calma e incluso he comido en un restaurante que hay en la carretera que lleva al faro.

Puerto de Fisterra

Cabo Fisterra

Homenaje al emigrante

Homenaje al emigrante

Capela de Nosa Señora do Bo Suceso

Escaleras de la Capela

Barandilla de la Capela

Torre de la Capela

Castelo de San Carlos

Castelo de San Carlos

Cruz en Fisterra

Cruz en Fisterra

Iglesia de Santa María da Vila de Fisterra

Iglesia de Santa María da Vila de Fisterra

Iglesia de Santa María da Vila de Fisterra

Torre de la iglesia

Arcos de la iglesia

Arcos de la iglesia

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Galicia – Día 6: Nuevo Atardecer en Fisterra

Hoy tras estar todo el día recorriéndome la Costa da Morte con el coche he llegado al hotel rendido. Pero no era motivo para quedarse toda la tarde-noche en él ya que quería volver a vivir un atardecer en el Cabo Fisterra. Además le prometí ayer a Mery que la llevaría antes de volvernos a Extremadura.

No voy a volver a describir lo que se siente al tener «El Fin del Mundo» ante tus pies y ver cómo el Atlántico se come al Sol. Hoy no me he llevado el trípode ya que al ver que hoy ha estado todo el día nublado creí que no iba a conseguir gran cosa.

Un gran fallo el no haberme llevado el trípode ya que la puesta de Sol de hoy ha sido más espectacular y bonita. Había muchas nubes en el cielo y el Sol se metía entre ellas para tornarlas en colores anaranjados y rojizos.

Os dejo con las fotos de hoy que estas sí que son espectaculares.

 

Galicia – Día 5: Atardecer en el Fin del Mundo

Hoy he presenciado el atardecer más bonito y espectacular de mi vida.

He visto muchos atardeceres en Los Barruecos de Malpartida de Cáceres, en la Encina la Terrona de Zarza de Montánchez, en La Montaña de Cáceres o en Las Estaciones de Cañamero. Pero ninguno, ninguno como el presenciado hoy en el Cabo Fisterra de A Coruña.

Fisterra es el Fin del Camino de Santiago y había muchos peregrinos presenciando el atardecer y quemando sus ropas en la hoguera. Supongo que la satisfacción de estos peregrinos al llegar a Fisterra es mayor que la mía después de tantos días de sufrimiento.

Cuando los romanos llegaron al Cabo Finisterre y vieron que más alla solo había agua creyeron que era el Fin del Mundo y que no había más tierra.

Dicen que es el mejor atardecer del planeta y que es una gozada ver cómo el Atlántico se engulle al Sol poco a poco hasta desaparecer del todo. Yo no sé si será el mejor del mundo porque para eso hay que presenciar muchos. Pero repito de nuevo que sí es el mejor que yo he visto.

Y no es el mejor por la bella imagen del Sol desapareciendo en el agua. Es el mejor por el momento de paz y tranquilidad que se vive en esos instantes. Es curioso que había muchísima gente presenciando el atardecer y todo el mundo mantenía silencio mirando al Sol. El más mínimo ruido molestaba a los oídos y rompía con la magia.

Ese momento de paz y tranquilidad es algo que hay que vivir y sentir. El corazón se te encoge y por un momento todas tus preocupaciones no existen. Te pierdes en el Océano y te sientes afortunado de vivir tal atardecer. A más de una persona con la que convivo a diario le vendría genial venirse a desconectar y a relajarse para soltar tantos nervios.

Os dejo con algunas fotos captadas con la cámara aunque no vais a sentir lo mismo que he sentido yo.

 

 

P.D. Al llegar de vuelta al hotel Mery me ha echado una bronca descomunal con razón. Me la he quedado olvidada y estaba llorando por no haber podido presenciar el atardecer. Pero no os preocupéis que no será el único día que vaya ya que me queda a 15 minutos en coche y tengo que volver a presenciar tal atardecer.